La lluvia volvió a ser un aliado del espectáculo. El Gran Premio de Hungría arrancó con una parrilla de monoplazas con neumáticos intermedios para dar paso a un cambio para gomas de seco en la vuelta 13 y un nuevo cambio a intermedios (empezó a llover un poco) para algunos pilotos en la vuelta 53 que a la postre ha resultado fatal para Hamilton.
Lewis Hamilton comenzó de manera tremendamente agresiva, aprovechándose de los miedos de Vettel, por conservar puntos de cara a la victoria final en el campeonato. La pista empezó a mojarse y todo parecía que volvería a estabilizarse. Lewis se marchaba y Alonso nuevamente se colocó en cuarta posición luchando con Webber en cada vuelta.

En una remontada increíble desde el sexto puesto, Fernando Alonso logró recuperarse hasta el 3er lugar, con una estrategia de cuatro paradas frente a las tres de los dos punteros. Mientras tanto Hamilton perdía la carrera con un cambio de neumáticos errado, un trompo y una penalización de un pase por los pits por una maniobra arriesgada.

Finalmente, fue Button el que logró acertar con los neumáticos adecuados y de esta forma su segunda victoria de la temporada en su carrera número 200. Vettel recibió la consigna de su equipo de no arriesgar por lo mucho que se jugaban en Hungría, y fue muy conservador con un segundo puesto que le hace ser aún más líder del campeonato.

Ahora toca parón estival; período clave en el que Ferrari y McLaren han decidir hasta qué punto merece la pena seguir evolucionando sus coches, pese a que los británicos hayan ganado tres de las cinco últimas carreras, o que Alonso haya sido el piloto que más puntos haya sumado en las últimas cuatro carreras. La emoción vuelve el 28 de Agosto en el mítico trazado belga de Spa, donde la lluvia siempre hace acto de presencia, pudiendo en cierta medida ayudar a Hamilton o Alonso en su casi imposible lucha con Vettel, ahora que Red Bull parece que comienza a flojear el ritmo.