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La adrenalina generada con el anuncio del regreso de Michael Schumacher a las
pistas de Fórmula 1 se desvaneció ayer con el comunicado oficial
de su retirada debido «a fuertes dolores en el cuello». La noticia
dio la vuelta al mundo y dejó a los seguidores de Ferrari con la duda de
si su escudería no podía haber previsto los resultados médicos
del ganador de cinco títulos mundiales al volante de la «rossa».
El primero que siente no volver a correr es el propio Schumacher, quien en
su página web oficial dijo estar «muy descontento, sobre todo por
todos los hombres de Ferrari y los seguidores que han cruzado los dedos por
mí. Sólo puedo decir que lo he intentado todo, pero el dolor provocado
por la caída de febrero persiste».
Además, ayer el alemán sorprendió a todos al reconocer
en su web que «los daños causados por el accidente de moto de febrero,
con fracturas en el área de la cabeza y del cuello, desafortunadamente
se han convertido en demasiado severas. Es por ello que mi cuello todavía
no puede soportar el estrés de la Fórmula 1. Estos son los resultados
de las pruebas que hemos hecho durante las dos semanas anteriores, y el examen
final fue ayer por la tarde (por el lunes)».
El siete veces campeón el mundo se cayó de una Honda en el circuito
de Cartagena el pasado mes de febrero, perdiendo el conocimiento. Su entrada
y salida del hospital estuvo marcada por el secretismo, sin llegarse a conocer
entonces las lesiones sufridas. De ahí la polémica generada en
torno a la elección inicial de Schumacher, una decisión quizá
precipitada, sobre todo teniendo en cuenta las secuelas del accidente sufrido
en España.
Así, las declaraciones de Schumacher reconociendo que había sufrido
fracturas en su caída de la moto, levantaron ayer una fuerte polvareda
en Italia y en el mundillo de la Fórmula 1, donde no se explican cómo,
si el equipo conocía la existencia de estas lesiones, designó
al alemán como sustituto de Felipe Massa, salvo que lo que pretendiera
Ferrari fuera provocar una campaña de marketing mundial que compensara
los pobres resultados deportivos. Si el objetivo era la publicidad gratuita,
desde luego que lo consiguieron.
Ferrari lo siente
Por su parte, el presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, enviaba
ayer una nota de prensa expresando su pesar por la «indisponibilidad»
de Schumacher: «Siento mucho el problema que impedirá a Michael
volver a competir; su regreso seguramente habría beneficiado a la Fórmula
1 y estoy seguro que le habríamos visto luchar por la victoria».
Sin duda el regreso de Schumacher ha beneficiado a la Fórmula 1, pese
a la decepción, ya que pocos días después del anuncio de
la vuelta del alemán a las pistas, el circuito de Valencia incrementaba
considerablemente el ritmo de venta de entradas.
Noticia extraída
de: Abc.es