El Gran Premio de Malasia ha quedado definitivamente suspendido tras la fuerte tormenta que esta descargando sobre el circuito de Sepang, cuando se han dado 33 de las 56 vueltas previstas.

En un primer momento no se sabía si la carrera, que ya estaba cerca de terminar por la escasez de luz, podría reanudarse.

Button ganó con solvencia, esta vez por delante de Nick Heidfeld, que curiosamente sólo paró una vez en boxes cuando los demás hicieron tres o cuatro, y Timo Glock. Trulli, Barrichello, Webber, Hamilton y Rosberg, que llegó a liderar la carrera, completaron las posiciones con derecho a puntos. Fuera de ellos quedó Massa, noveno, y Raikkonen, decimocuarto. Ferrari se la jugó con Kimi, ya que fue el primer piloto que montó neumáticos de lluvia extrema cuando la pista no estaba todavía excesivamente mojada, y falló. Pero no tenían nada que perder.

Fernando Alonso dio esperanzas en la salida. El asturiano salía desde la novena posición de la parrilla y en la primera curva ya se había colado en el tercer puesto, pero la superioridad de los Brawn GP y los Toyota volvió a dejar en evidencia las carencias del R29 de Fernando. Todo eso junto a una equivocada estrategia con los neumáticos y una inesperada salida de pista en la vuelta 22, hizo que Alonso comenzara a distanciarse de la zona de puntos, finalmente ha sido undécimo.

Luego llegó una salida de pista, de la que se pudo reponer, entró en boxes, con la mala suerte de que al poco tiempo la lluvia hizo su aparición para chafar el espectáculo de los que habían pagado una entrada en Sepang.

Con la carrera detenida y los pilotos preocupados por su seguridad, los comisarios decidieron dar por terminada la carrera. A pesar de todo, Alonso se muestra optimista para el Gran Premio de Shangai. “Estoy decidido a seguir luchando por el Mundial”, ha dicho.