El automóvil japonés llega al disputado segmento de los compactos, donde intentará arañar ventas a pesos pesados como el Seat León, VW Golf, Ford Focus, Peugeot 308 o Citroën C4, entre otros.

Por el momento, únicamente están disponibles dos motores: un gasolina de 1,8 l y 143 CV de potencia y un Diesel de 2,0 l DI-D de 140 CV. Más adelante se comercializará una versión más potente denominada Ralliart que tendrá un motor de gasolina de 2,0 l de cilindrada con turbocompresor y 240 CV de potencia. Este motor deriva del que tiene el Lancer Evolution (295 CV).

Por medidas, el Mitsubishi Lancer Sportback es casi idéntico al de cuatro puertas, pues con sus 4,58 metros de largo es incluso un centímetro mayor. De esta forma, el compacto de Mitsubishi tiene un difícil posicionamiento en el mercado, ya que resulta significativamente más grande que los compactos más voluminosos y llega incluso a igualar en longitud a modelos de otro grupo, como el Skoda Octavia.

Respecto a su modularidad interior, cabe destacar los asientos traseros, que se pliegan de forma automática con sólo accionar un pulsador situado en el maletero, creando una superficie plana que facilita el transporte de objetos de gran tamaño. Además, el suelo del maletero se puede ajustar en altura: en su posición más elevada configura un hueco portaobjetos, y en su posición inferior incrementa la capacidad de carga, ofreciendo un volumen que puede variar entre los 276 l. a 1.349 l.

El equipamiento de serie para todas las versiones incluye elementos de seguridad como el control de estabilidad, los airbags de cortina o el de rodillas para el conductor. Las versiones más equipadas tienen, entre otros elementos, faros de xenón para cortas y largas, equipo de sonido de «Rockford Fosgate», navegador con pantalla táctil en color de 7" y disco duro de 40 Gb, tapicería de cuero, asientos calefactables, «Bluetooth» o sistema de acceso y arranque sin llave.

La versión Sportback estrena un sistema que hace que las luces de emergencia se enciendan automáticamente al frenar bruscamente (a más de 55 km/h). De este modo se alerta a los conductores que circulan por detrás de una posible situación de peligro.