La salida del piloto al balcón central fue apoteósica. La multitud prorrumpió en una ovación y en gritos de “¡Alonso, Alonso!”, todo ello en un marco presidido por una monumental pancarta donde podía leerse un expresivo “Gracias, Fernando”.

El piloto español apareció emocionado en una plaza abarrotada de banderas de Asturias y presidida por una gran pancarta con su foto, sonriendo y con el pulgar en alto, y en la que se leía: "Gracias Fernando". En el edificio de la Oficina de Turismo de Oviedo, sita frente al Ayuntamiento, había otra pancarta que decía: "Fernando, para nosotros la Fórmula 1 eres tú".

Alonso apareció en el balcón en torno a las 13:00 horas y entonces se llegó el éxtasis. "Era imprescindible estar aquí", dijo Fernando. "El apoyo que he tenido ha sido muy especial, nunca antes se había vivido algo así en la Fórmula 1. Es un privilegio tener esta afición. Este año os habéis pasado. Habéis sido increíbles. Me habéis apoyado cuando más lo necesitaba.”

“He sentido un empuje que no tenía. Ganaba los títulos, pero tenía fama de serio y borde. Los que decían eso se han volcado conmigo y les han empezado a caer mal otro piloto y mi propio equipo. Noto un cambio brutal en el cariño de la gente”.

Alonso terminó por reconocerse “un privilegiado” al contar con una afición tan adicta y que “tanto me apoyó en los peores momentos”. El homenaje terminó casi 45 minutos después, trasladándose la mayoría de los presentes hasta la cercana plaza de la Catedral, donde el pasado día 24 quedó inaugurada una exposición sobre Fernando Alonso y su brillante trayectoria.

Ni que decir tiene que los aficionados, que colapsaron la plaza y sus alrededores, vibraron con las palabras del bicampeón mundial. Como el año pasado, la Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo fue la encargada de tocar el himno de Asturias y de amenizar la mañana. Además, se proyectaron imágenes de la trayectoria de Alonso en las pantallas gigantes instaladas al efecto.