Pasará a la historia como el primer piloto japonés que ganó una carrera en la máxima categoría del Mundial de motociclismo, pero será recordado como una de las fuentes de inspiración de Valentino Rossi. Norick Abe, de 32 años, falleció en la madrugada de ayer en un accidente de tráfico en Kawasaki -ironías del destino-, una localidad próxima a Tokio. Circulaba en su moto cuando un camión trató de hacer un cambio de sentido en una vía de doble circulación. Abe no pudo evitar la colisión.

Abe, que creció en un ambiente vinculado al mundo del motor -su padre Mitsuo Abe fue piloto de automovilismo-, debutó en el Mundial de motociclismo en 1994 tras recibir una wild card de la organización del Gran Premio de Japón después de hacer méritos al adjudicarse el campeonato nipón de 500 cc. Su estreno en el Campeonato del Mundo impresionó tras pelear toda la carrera con Kevin Schwantz y Mike Doohan, pero una caída cuando restaban tres virajes para la conclusión de la prueba le privó del podio.

Takashi Kajikawa, presidente de Yamaha Motor, se ha mostrado "consternado" por su fallecimiento, según declaraciones en la web oficial del Mundial de MotoGP. "Abe era adorado en Japón, en Europa, en América y en toda Asia, y fue un embajador irremplazable en el universo del deporte del motor", ha afirmado Kajikawa.

Un año después pasó al equipo de Wayne Rayne, también en Yamaha, pero las lesiones no le respetaron y no pudo volver a subir al cajón alto del podio. En 1999, Luis D'Antin lo incorporó a su proyecto y en las cuatro temporadas que estuvo en la estructura del ex piloto español sumó dos victorias más (Brasil 1999 y Japón 2000).

El año 2003 lo pasó como piloto probador de Yamaha y sólo participó en cinco carreras. Un año después volvió al Mundial y tras una temporada sin pisar la zona noble, puso fin a 10 años en la categoría reina, siempre ligado a Yamaha. Además de sus tres victorias, en su palmarés aparecen otras 14 visitas al podio (cuatro segundos puestos y 10 terceros) en 144 carreras.